Presentación
1. Introducción
Una edificación está compuesta de múltiples elementos funcionales y estéticos. De forma inherente a cualquier edificación, su estructura es uno de los elementos básicos, que soporta e interactúa con el resto de los elementos.
La normativa que afecta al diseño, cálculo y ejecución de estructuras de edificación es muy extensa y compleja, incluyendo legislación de obligado cumplimiento y normativa técnica de referencia. Todo ello ha dado lugar a una especialización empresarial, habitualmente llamada consultoría de estructuras de edificación, que complementa a otras especialidades como la arquitectura o las instalaciones.
Dicha actividad conlleva una responsabilidad muy grande pues sobre el buen hacer de las empresas recae el peso de garantizar la seguridad y funcionalidad de los edificios, espacios en los que pasamos la mayor parte de nuestra vida. Este compromiso con la seguridad física de las personas hace aún más necesaria la existencia de un certificado que garantice la experiencia de dichas empresas.
En nuestro país existe un nutrido grupo de empresas que se centran en esta actividad, de forma especializada, y otras han incorporado esta labor a sus departamentos productivos, de modo que la consultoría de estructuras es una realidad diaria en cualquier tipo de edificación, ya sea residencial, comercial, deportiva, educativa, cultural….
La característica común a todas estas empresas es la necesidad de emplear unos procedimientos de trabajo y producción específicos, que además ha dado lugar a equipos multidisciplinares, con técnicos de diversas especialidades relacionadas con la construcción.
A pesar de que la especialización de las empresas ha sido evidente a lo largo de los últimos años, a nivel normativo y regulatorio no se han establecido mecanismos para identificar a las empresas especializadas.
En la actualidad, no existen criterios de clasificación pública ni privada específicos para las empresas especializadas en consultoría de estructuras de edificación. En ocasiones se pide la justificación de los importes de contratación previos en trabajos similares, o la acreditación de la experiencia de técnicos, pero ninguno de estos criterios por si mismos justifican la especialización de la empresa.
Ante esta disparidad de criterios y exigencias que se aplican a las empresas que realizan esta actividad, desde la Asociación de consultores de estructuras de edificación, ACIES, se ha creído oportuno establecer un protocolo unificado de acreditación de empresas en la actividad de consultoría de estructuras.
1.1. Hacia la profesionalización del gremio
ACIES está reconocida por el Ministerio de Trabajo como la entidad empresarial específica de esta actividad, mediante publicación en el Boletín Oficial del Estado.
El protocolo para la acreditación de empresas en la actividad de consultoría de estructuras de edificación es una iniciativa de buena voluntad del gremio para fomentar su autorregulación, según las directrices generales de la Unión Europea.
Específicamente, en el desarrollo de este protocolo se ha tomado como referencia el modelo de acreditación empresarial desarrollado en Francia, desde 1969, por el Organismo de Clasificación de la Ingeniería (OPQIBI, por sus siglas en francés).
En Francia, la OPQIBI ha regulado los mecanismos para que las empresas accedan a estas especificaciones. Existen acreditaciones específicas que permiten al cliente conocer qué se le debe pedir a las empresas que van a realizar esa actividad, en cuanto a garantías de competencia y seguridad (https://www.opqibi.com/).
En todo momento ha de entenderse que esta acreditación será voluntaria y debe cumplir con la regulación de libre competencia establecida por la Ley 15/2007, de 3 de julio, de Defensa de la Competencia.
Además, el objetivo final es que el presente protocolo se convierta en un estándar objetivo, mediante una acreditación ENAC certificada por un tercero, de modo que sea reconocido por todos los agentes del sector.