Miradores sobre el Duero en Almazán

20/02/2024

 

  • Por Juan. F de la Torre, CEO de EUTECA

Aunque actualmente el empleo, en España, de la madera estructural ha conseguido una implantación considerable y ha permitido el asentamiento de una industria de bastante calidad, hace no muchos años su empleo no era tan común. En especial, la madera micro laminada, ahora denominada LVL (), apenas se empleaba, no ya por desconocimiento, sino más bien porque sus propiedades mecánicas y su precio la hacían aplicable solamente a exigencias ajenas a lo común, condición que sigue siendo vital para su elección.

 

En este caso se trata de ménsulas de 14 metros de vuelo, formando, en un caso, una salida desde la muralla de Almazán hacia el vacío, como mirador sobre el río Duero y, en otro caso, un mirador idéntico al anterior saliente a ras del agua del río, sobre el que vuela desde su margen. En planta, el acceso a los miradores es de cierta estrechez, abriéndose en forma de abanico a medida que se transita hacia el extremo libre.

 

La solución de la estructura requería una cierta facilidad constructiva, un peso propio medido, una buena durabilidad de la construcción y la satisfacción de los requisitos de los estados límites de servicio y últimos, evidentemente. La facilidad constructiva obligaba a realizar uniones sencillas y con piezas iguales por familias para evitar el excesivo coste de manufactura y montaje, así como el menor peso posible para poder manejar los elementos en situaciones poco accesibles ni de fácil operación. En cuanto a la durabilidad de la estructura, al estar al aire libre, la variación térmica, la lluvia y la humedad del río suponen los tres factores más relevantes a tener en cuenta.

 

Con los anteriores condicionantes, se proyectó una cimentación de micropilotes sobre la que disponer una base de empotramiento en acero en forma de lamas verticales, de las que sale una familia de vigas de LVL de dimensiones reducidas que, en tres tramos por cada viga del abanico, empotrados entre sí mediante pasadores desfasados en dos familias paralelas, pudiesen montarse con facilidad, por peso o tamaño. El entrelazado de cada línea de vigas con las adyacentes permite asegurar suficiente rigidez en el plano de piso. En cuanto a la durabilidad, la madera LVL se escogió del tipo específico de laminados unidireccionales con intercalaciones ortogonales, que garantizan una mayor estabilidad dimensional de la madera, muy afectada por la fluencia por humedad, enormemente importante en este caso. El montaje de la estructura de madera se hizo en taller, en dos partes separadas en la dirección longitudinal, para ser presentadas y unidas en obra con la ayuda de grúas.

 

El resultado tiene liviandad visual también, lo que satisface las exigencias de las pretensiones del proyecto de arquitectura, así como lo más exigente de cuantos requisitos estructurales hubiera – la rigidez suficiente que garantizara la seguridad y el confort de los usuarios ante el comportamiento dinámico -. El miedo inicial a asomarse al borde del voladizo se ha trocado en una cierta afición a fotografiarse en su extremo libre con el arbolado junto al río como entorno.

 

 

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