Responsabilidad por autoría del proyecto parcial

A pesar de la importancia de la estructura e instalaciones, tanto por su impacto económico en la inversión global, como por la duración de la responsabilidad civil y el mantenimiento posterior del inmueble, los consultores de estructuras e instalaciones resultan en ocasiones relegados a un papel secundario en las fases de proyecto y obra. Esto se debe fundamentalmente a la forma de contratación de sus servicios, siendo generalmente subcontratado por el proyectista y director de obra, habitualmente el arquitecto.

Este sistema de contratación otorga al proyectista la función de gestor global de los servicios de ingeniería, que generalmente subcontrata por falta de conocimiento específico. Como resultado, controla el alcance de los servicios a contratar, siendo habitual la contratación como colaborador únicamente en fase de proyecto de ejecución (no en fases previas), y con asistencia técnica puntual durante la ejecución de la obra.

Debe entonces tenerse en cuenta que, la definición legal de la figura del proyectista, así como sus responsabilidades y obligaciones legales vienen establecidas en los artículos 10 y 17 de la LOE. A este respecto debe tenerse en cuenta en concreto lo especificado en el artículo 17.5 de la LOE: “Los proyectistas que contraten los cálculos, estudios, dictámenes o informes de otros profesionales, serán directamente responsables de los daños que puedan derivarse de su insuficiencia, incorrección o inexactitud, sin perjuicio de la repetición que pudieran ejercer contra sus autores.”

Es decir, en el caso que un proyectista principal subcontrate parte del proyecto a un colaborador, habrá decidido asumir las responsabilidades correspondientes.


Además, el hecho de actuar como una subcontrata de estructuras o instalaciones tiene consecuencias negativas a largo plazo, no solo para el desarrollo del proyecto, sino también durante la fase de
ejecución de la obra. Esta situación genera una desconexión con el conjunto de Agentes LOE (técnicos o no), en lo que respecta a atribuciones y responsabilidades, lo que introduce los siguientes inconvenientes:

● El sistema de subcontratación de los servicios de ingeniería desacopla el resultado de la estructura e instalaciones construidas con el coste de los servicios, en perjuicio del promotor,
dosificando y limitando el alcance de los servicios contratados.

● Es usual el desconocimiento por parte del resto de agentes (promotor/constructora/director de Ejecución) del alcance contratado a los colaboradores de estructuras e instalaciones, con la
consiguiente existencia de “lagunas” entre proyectos o servicios que redundan en sobrecostes.

● La entrada de los consultores de estructuras e instalaciones en etapas avanzadas del desarrollo de proyecto, por lo que no aportan su opinión de especialista en las fases iniciales, en que la
toma de decisión tiene mayor impacto económico en la solución adoptada.

● El arquitecto ejerce oficialmente como director de Obra general, incluyendo estructuras e instalaciones, aunque no haya desarrollado directamente esas disciplinas, lo que dificulta una
supervisión efectiva.

● Durante la fase de obra, los consultores de estructuras e instalaciones deben trasladar las instrucciones en su ámbito de especialización a través del director de Obra, ya que no puede
emitir instrucciones directas. Esto genera una pérdida de fluidez en los procesos, una merma de calidad en el servicio y una erosión en su autoridad.

● El consultor de estructuras e instalaciones no firma las actas ni las certificaciones de obras.

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