¿Qué tipos de proyectos y obras se llevan a cabo en edificación?

Los proyectos y obras de edificación pueden clasificarse atendiendo a distintos aspectos. A continuación, se exponen las clasificaciones más habituales:
- En función del uso principal. La LOE (Ley de Ordenación de la Edificación)*, en el apartado 1 de su artículo 2, desarrolla una clasificación en esta línea, dividiendo las edificaciones que entran dentro de su ámbito de aplicación, en tres grupos distintos en función de su principal uso. Dichos grupos son los que se siguen a continuación:
- Grupo A: Administrativo, sanitario, religioso, residencial en todas sus formas, docente y cultural.
- Grupo B: Aeronáutico; agropecuario; de la energía; de la hidráulica; minero; de telecomunicaciones (referido a la ingeniería de las telecomunicaciones); del transporte terrestre, marítimo, fluvial y aéreo; forestal; industrial; naval; de la ingeniería de saneamiento e higiene, y accesorio a las obras de ingeniería y su explotación.
- Grupo C: Todas las demás edificaciones cuyos usos no estén expresamente relacionados en los grupos anteriores.
- En función del estado inicial del proyecto/obra:
- Nueva construcción: Son aquellas obras en las que no existe edificación previa. El objeto del proyecto y la posterior obra es, precisamente, la construcción de un nuevo edificio.
- Rehabilitación: Este tipo de obras engloban diversas intervenciones que se pueden llevar a cabo en edificaciones existentes. Se caracterizan por no variar la superficie construida.
- Ampliación: Igual que las anteriores obras descritas, también se llevan a cabo en edificaciones existentes. Nos obstante, éstas sí varían la superficie construida pues van dirigidas a ampliar, ya sea horizontal o verticalmente, el edificio objeto del proyecto.
- Demolición total o parcial: El objeto de este tipo de obras es demoler una edificación o parte de ella. Posteriormente se podrá construir o dejar el solar vacío.
Es relativamente habitual que, para poder llevar a cabo una obra de nueva construcción, antes haya que abordar un proyecto de demolición, ya sea total o parcial. Este último caso suele darse cuando hay elementos que se requieran conservar, como puede ser cuando hay que mantener las fachadas de un edificio para preservar el patrimonio histórico al tener éstas algún tipo de protección.
Enlaces
Accede a la publicación completa en:
Ayúdanos a mejorar
Si tienes una sugerencia sobre este contenido, detectas cualquier errata o simplemente nos quieres hacer llegar comentarios o propuestas, puedes usar el siguiente formulario para contactar con ACIES.



